miércoles, 30 de noviembre de 2016

Regalos para Navidad con gusto olfato, vista, oído y tacto.

¡¡Otra Navidad!! Familias que se encuentran, reuniones con amigos, con compañeros de trabajo, cenas, comidas, más comidas, dulces, turrones, pavos, pollos, salmones y besugos. Y regalos. Regalos que nos encanta dar y nos encanta recibir. Esta es mi propuesta para este año: Un regalo para los cinco sentidos. Oido, olfato, vista, gusto y tacto. Una colección de cinco botellas de vino del Celler Bernaví, de la D.O. Terra Alta, (Tarragona) y cinco pequeñas obras de arte, que podréis degustar a través de los cinco sentidos. Seguro que pensáis que los sentidos del gusto, por el sabor del vino, lo del tacto, por la textura de la etiquetas, la vista por el color del vino, que tantas pìstas da sobre la calidad del mismo nos da, y también por el diseño de la etiquetas, el olfato que a través de la propia esencia invisible del vino nos cuenta su propia historia, os parecerá acertado, pero, ¿y el oido? ¿Dónde entra el oído en el mundo del vino? Para mí al catar el vino es la primera sensación que me llega. El "pop" del tapón, al abrir la botella, y a continuación el cantar del vino al escanciarse sobre la copa. Los cinco sentidos en una copa de vino para compartir y brindar por la Navidad y por el próximo año 2018.  Y con esta "Petita suite en cinc moviments per a les quatre estacions" Deseo que este vino os enloquezca, agrade e inspire tanto como a mi.  ¡¡ FELICES FIESTAS!!

Coleción Bernaví-Comas


Aquí me tenéis firmando botellas

El TRES de TRES. El vino que me llevó a la tahona de los veranos de mi infancia
a través de su maceración en lías, maridado con un buen salmón y anchoas es una delicia.

AKRÒNIM, final de otoño, lluvía a través de los recuerdos de mi abuela en Vallirana
(Barcelona), maridado con solomillo de cerdo ibérico con níscalos y castañas.
 Más otoño imposible.


MORENILLO, el vino de la primavera, cuentan los Bernaví que al embotellarlo toda la bodega
se convierte en un aromático jardín. Unos sencillos mejillones al vapor con la ralladura de una lima, una naranja y un limón es un viaje al Mediterráneo más íntimo y cercano.


 

Y el GARNATXA BLANCA el vino que yo asocié al invierno, frió y salino, marida muy bien con quesos curados de vaca, pero saltándome todas las reglas lo probé con un queso curado de cabra de La Garrotxa. El resultado manjar de dioses.

Y este año con el postre se original, CA' VERNET y turrón de chocolate
o simplemente Ca'Vernet y chocolate negro.



Aclarar, como algunos ya sabéis, que no soy  ni sumiller, ni chef, solo me dejo guiar por mis sentidos. Este post son solo sugerencias, pero os animo a probarlas. ¿Os atrevéis?



https://www.youtube.com/watch?v=6Lbp9J2-B3c




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